EL MAPA DE UNIDADES DEL PAISAJE

La elaboración, por parte del Observatori del Paisatge de Catalunya, de los catálogos de paisaje, definidos por la Ley de protección, gestión y ordenación del paisaje del año 2005 ha permitido obtener, por primera vez, el mapa de las unidades de paisaje de Cataluña. Con 134 paisajes, el mapa evidencia la gran diversidad y riqueza de paisajes de Cataluña, de las más elevadas del continente europeo, y convierte el paisaje en un patrimonio de primer orden en Cataluña.

Las unidades de paisaje

Los paisajes son dinámicos por naturaleza y este dinamismo va modelando el carácter, pero sin desfigurarlo totalmente, sino manteniendo a lo largo del tiempo unas características reconocibles que le dan identidad y personalidad. Así, cada uno de los 134 paisajes identificados tiene un carácter propio que lo diferencia de los otros.

Una unidad de paisaje, pues, es un territorio caracterizado por una combinación de elementos naturales, culturales y simbólicos, que le confieren un carácter diferenciado del resto y que es reconocido como tal por la población. Las unidades de paisaje dan tanta importancia a los elementos dinámicos, perceptivos y vivenciales del paisaje como a los más estáticos y materiales a la hora de definir su carácter. El hecho de que la definición de las unidades se base en su carácter y no únicamente en su tipología (avetosa, cultivos de secano, bosque de ribera, etc.) hace que estas unidades presenten una cierta heterogeneidad interna, mucho más apreciable a medida que se aumenta la escala.

Variables y procedimiento para delimitar las unidades de paisaje

Las unidades se han obtenido mediante el análisis y la interacción de muchos factores, entre ellos: el clima, la combinación de formas del relieve (montañas, valles, planicies, etc.), la vegetación, los usos del suelo (cultivos, zonas urbanizadas, bosques de ribera, etc.), la organización del espacio, el patrimonio, la milenaria actividad humana sobre el territorio (caminos, estructuras paisajísticas seculares y modernas, etc.), la percepción (textura, colores, formas, visibilidad, etc.) y las dinámicas paisajísticas existentes. También se han analizado las relaciones que se establecen entre la población y su paisaje y que, dificilmente, se pueden identificar con la simple superposición de capas cartográficas (proximidad, vínculos emocionales, sentimiento de pertenencia...).